Para ello, en el marco del proyecto se desarrollaron tres bloques funcionales principales: residencial, hotelero-administrativo y comercial. La función de cada bloque está estrechamente relacionada entre sí, pero también tiene una cierta autonomía, que puede ajustarse según los requisitos del mercado para rendimientos más eficientes durante la operación.

Según el propósito funcional, el complejo se divide condicionalmente en zona hotelera y social, restaurante y bloque recreativo, unidades residenciales (apartamentos), locales comerciales y de oficinas, Food Court. Los sectores del conjunto cuentan con área pública común, pasajes y calzadas, locales técnicos, equipamientos, estacionamientos, zona verde, estructura, comunicaciones, solar, acceso a la playa y algunos otros, que se describirán en detalle, catalogados y regulados en un documento especial aprobado de acuerdo con la Ley de Propiedad Turística Horizontal.